Este domingo hemos celebrado una comida familiar muy especial, ya que mi hermana mayor, mi cuñado y mis sobrinos han venido a Mallorca a pasar unos días en familia. En familia, con la familia. Familia…
La palabra "familia" procede del latín "familia", que originalmente significaba el conjunto de esclavos y sirvientes que vivían bajo el mismo techo que sus amos. Deriva de "famulus", que significa "sirviente" o "esclavo". Con el tiempo, el término se amplió para incluir a todos los miembros del hogar, no solo los sirvientes, sino también a los parientes por sangre o matrimonio.
En la antigua Roma, la "familia" era la unidad básica de la sociedad y estaba encabezada por el "paterfamilias", el jefe de familia, que tenía autoridad sobre todos sus miembros. Esta estructura reflejaba la importancia de la familia en la organización social y económica de la época.
Este término ha evolucionado para referirse a un grupo de personas relacionadas por consanguinidad, matrimonio o adopción, que viven juntas o mantienen una relación cercana. Pero esta definición no abarca el amor, el sacrificio, el afecto o el cariño que asocio con la palabra "familia".
Últimamente, no puedo dejar de pensar en el concepto de familia, en su significado real, más allá de etimologías y evoluciones. ¿Qué es para mí la familia? ¿Quién es mi familia? ¿Qué papel tengo yo dentro de mi familia? ¿O qué papel me han asignado?
Creciendo, series de televisión como Médico de Familia y Los Serrano me hicieron creer que todas las familias eran ese oasis de amor y comprensión. Se querían, se protegían y cualquier problema duraba lo que un capítulo. Claro que pensaba que sí, que todas las familias eran así, excepto la mía. Porque mi familia siempre fue más complicada.
Mi familia, a mis ojos y consciencia, se desmoronó en 1989, cuando yo tenía apenas ocho años. Mis padres se separaron y, de repente, me encontré siendo la única niña de mi curso con padres divorciados. Este hecho no solo marcó mi infancia, sino que también afectó la manera en que me relaciono con mi familia hoy en día. Con ocho años, no entendía por qué eso me tenía que pasar a mí, y ver aquellas series me devolvía una esperanza (falsa) de que mis padres se perdonaran y nos convirtiéramos en “una familia normal”. Sin embargo, y después de muchos años, vi que nunca fuimos una familia normal, ni siquiera antes de separarse mis padres, y desde no hace mucho, me pregunto: ¿acaso existe una familia normal? ¿Y qué es normal en términos de familia?
A lo largo de los años, descubrí lo que eran los roles que cada uno adoptamos o nos asignan en la familia, en el trabajo, con los amigos… ese papel que desempeñas casi siempre de manera inconsciente y que define tu comportamiento, tus decisiones, realmente lo define todo.
Al ser la pequeña de tres hermanas y viendo lo que molestaba más o menos a mis padres de lo que hacían mis hermanas mayores, me construí un personaje cuyo papel principal era el de agradar a todo el mundo. Intentar llamar poco la atención, hasta la adolescencia, y buscar ese amor, siendo complaciente para todos los miembros, aun por encima de lo que yo realmente quería o pensaba. Además, suficiente tenían todos ellos, mi madre, mi padre y mis hermanas, como para venir yo con mis cosas.
Adopté ese rol y lo mantuve hasta la adolescencia, que como toda hija de vecina, me volví un poco capulla, y una vez pasada esa etapa, retomé mi papel de complaciente y generosa con todo el mundo. En cierta manera, mi familia siempre ha sido una presencia constante en mi día a día, como una sombra que nunca se desvanece. Cada miembro, cada historia, se entrelazaba con la mía, creando un mosaico de recuerdos y expectativas. Una danza delicada entre lo que se esperaba de mí y lo que yo realmente quería ser.
He tardado mucho tiempo en ver claro cuál ha sido mi rol en la familia. La madurez, ir a terapia, algún libro que ha caído en mis manos, me han dado para reflexionar sobre el tema e identificar y entender situaciones que antes no comprendía. No es que ahora lo tenga todo sumamente claro, pero aceptar los roles dentro de la familia me ha servido para perdonar y perdonarme, porque no son elegidos y todos conllevan unas expectativas por parte de los otros miembros. Siendo así, el rol puede ser tanto una bendición como una carga. ¿No crees?
En definitiva, cada familia es un pequeño universo con sus propias dinámicas y desafíos. Es compleja y nunca, nunca, nunca es perfecta y me atrevo a decir que ni normal. Así que aquí estoy, intentando navegar por las aguas turbulentas de la vida familiar. No siempre es fácil, y a menudo me siento desorientada. Pero quizás eso no sea algo tan malo. Tal vez, en algún lugar entre el caos y el amor, es donde realmente se encuentra la belleza de la familia.
"Y las familias eran así, pensó Francie. Cada miembro es una parte del todo, como las ramas de un árbol. Algunas ramas son fuertes y llenas de vida, mientras que otras son frágiles y débiles. Pero todas son importantes para la estructura del árbol."
(Betty Smith en su maravilloso libro “Un árbol crece en Brooklyn”)
🛬 Con la llegada de mi hermana a la isla, he podido probar un truco que me cruce hace un tiempo en internet que sirve para iPhone. Y es que puedes ver en tiempo real el estado de tu vuelo, o el de un familiar, en mi caso, y es super sencillo.
Anota el número de vuelo en tu app “Notas” del iPhone.
Con el cursor selecciona el número y se te abrira la tipica ventanita de copiar, pegar, formato… ve más allá y selecciona “Previsualizar Vuelo”
Automaticamente se te abrirá una ventana nueva con el estado del vuelo.
📸 Te dejo un mini video para que veas, cómo se hace. Dime si ya sabías este truco, o como yo, lo has descubierto hace poco 😅
Si quieres contribuir a financiar mi próximo desayuno o merienda, te estaré eternamente agradecida. Escribir estas cartas sin un café y un dulce de por medio se hace duro 🤪
✐ Las 7 normas de escritura que Amazon enseña a sus trabajadores.
🧐 Llevaba casi un año pensando en comprarme un escritorio elevable porque tantas horas sentada me estaban dejando como un bicho bola. Leía y leía sobre sus beneficios, pero me costaba gastarme entre 300 y 600 € en una mesa. Hace unos meses di el paso y me compré solo la estructura para aprovechar mi tablero y ¡joder! ¿Por qué no lo hice hace un año? He reducido mis dolores de espalda y mejorado mi concentración porque no sé si a ti te pasa, pero hay algunos trabajos que me gusta hacer de pie.
📚 De libros sobre la familia tengo en el radar:
“Léxico Familiar” de Natalia Ginzburg: Es una obra autobiográfica que rememora la vida de la autora en el Turín de los años 1920 y 1930. A través de frases y expresiones características de su familia, Ginzburg pinta un retrato íntimo de sus padres, Giuseppe y Lidia, y sus hermanos. La obra mezcla anécdotas cotidianas con eventos históricos, destacando la atmósfera política antifascista de la época y creando un lenguaje propio que define y une a la familia Levi.
"El club de los mentirosos" de Mary Karr es una memoria que narra la tumultuosa infancia de la autora en un pequeño pueblo de Texas. A través de un estilo honesto y mordaz, Karr describe a su excéntrica familia, marcada por la disfunción y el alcoholismo. La obra destaca la resiliencia de Karr y su relación con su madre, una mujer volátil pero creativa. El título se refiere a las reuniones en las que su padre contaba historias, mezclando realidad y ficción.
Como digo, hay muchísimos libros que hablan sobre la familia, me gustaría saber si tú has leído alguna y qué te ha parecido.
🎙️ Esta carta a la directora del El Pais que me he cruzado esta mañana…
📰 Me topé con un mensaje en Threads de una chica que preguntaba si era correcto cambiar de rumbo profesional a los 40. Perdón porque he intentado buscar el mensaje, pero no lo he encontrado. Todo el mundo salió a comentar que lo incorrecto era hacerse esa pregunta. La edad como barrera para empezar algo nuevo, para cambiar de rumbo en lo que sea. Y entonces aparece un tal Miguel Ángel Gallo graduándose de Bellas Artes con 90 años. Sí, no-ven-ta. Por supuesto, la noticia se ha hecho viral y yo me la guardo para recordarme que la edad no es una barrera, ni una excusa.
🎶 La canción de esta semana es… digamos que es especial, como la familia de Olive Hoover 😎 que ves en la foto que acompaña la carta.
Feliz semana, con cariño,
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Jo, Pat… qué decirte. Me ha encantado leerte y te agradezco esta honestidad y sinceridad. Te has abierto en canal!
Las familias son un temazo y ninguna es “normal” (podría añadir el aderezo “qué es normal?”) y menos las que nos vendieron en las series americanas y sus sucedáneos españoles, son una farsa.
Si nos enseñaran más a entender eso, nos iría mucho mejor.
Y sobre el alumno de 90 años, me encantó esa noticia! Me recordó a un señor, ya jubilado, que estudiaba en mi facultad filología alemana, con el que coincidí algunas asignaturas comunes de filología. Me acuerdo que me contaba que había vivido en Alemania y que siempre había querido estudiar filología y lo admiré mucho. Creo que es un planazo para la jubilación, estudiar una carrera de letras saboreándola. Yo lo haría.
Gracias, de nuevo, por tu Newslater.
Como diría Tolstoy “Todas las familias felices se parecen, pero cada familia es infeiz a su manera"... Me ha encantado esta newslater, he hecho caso a los libros sobre la familia que tienes echado el ojo y ya tengo entre mis manos “El club de los mentirosos“ ...