El síndrome del impostor es duro, pero me gusta verlo como una muestra de que verdaderamente te importa lo que estás haciendo y lo quieres hacer bien.
Hace 10 - 15 años mantenía un blog (Recuerdos de Pandora), que terminó muriendo por culpa del síndrome del impostor. Nuestra autoexigencia suele llevarnos a publicar cada vez cosas que están mejor, lo cual no siempre es posible. Si no nos paramos y aceptamos que la calidad de nuestros textos tendrá altibajos, al final será fácil caer en la espiral que lleva a dejar de publicar por completo.
Desde que volví a escribir de forma recurrente, hace unos cuatro años, he decidido luchar de forma activa contra el síndrome del impostor y publicar de forma consistente sí o sí, aceptando que algunas veces no será algo de lo que esté 100 % convencido. La constancia, al final, sigue tirando y facilita que la siguiente semana el texto pueda aprovechar esa inercia sin caer en una espiral de autocrítica.
Me ha gustado mucho tu comentario. Gracias por compartir tu experiencia con el síndrome del impostor. Al leerte me han dado ganas de seguir tu consejo y escribir “a pesar de…” porque tienes toda la razón en lo que dices de que hay que aceptar que nuestros textos tendrán altibajos. Pero el hecho de seguir ahí, al pie del cañón es lo que mejor puede hacer uno para no caer en dejar de publicar.
Gracias de verdad. Me ha hecho pensar y ponerme las pilas. ☺️
Maravilla 💕
¡Muchas gracias, Rubén! 🥰
El síndrome del impostor es duro, pero me gusta verlo como una muestra de que verdaderamente te importa lo que estás haciendo y lo quieres hacer bien.
Hace 10 - 15 años mantenía un blog (Recuerdos de Pandora), que terminó muriendo por culpa del síndrome del impostor. Nuestra autoexigencia suele llevarnos a publicar cada vez cosas que están mejor, lo cual no siempre es posible. Si no nos paramos y aceptamos que la calidad de nuestros textos tendrá altibajos, al final será fácil caer en la espiral que lleva a dejar de publicar por completo.
Desde que volví a escribir de forma recurrente, hace unos cuatro años, he decidido luchar de forma activa contra el síndrome del impostor y publicar de forma consistente sí o sí, aceptando que algunas veces no será algo de lo que esté 100 % convencido. La constancia, al final, sigue tirando y facilita que la siguiente semana el texto pueda aprovechar esa inercia sin caer en una espiral de autocrítica.
¡Ánimo con ello!
¡Hola, Miguel!
Me ha gustado mucho tu comentario. Gracias por compartir tu experiencia con el síndrome del impostor. Al leerte me han dado ganas de seguir tu consejo y escribir “a pesar de…” porque tienes toda la razón en lo que dices de que hay que aceptar que nuestros textos tendrán altibajos. Pero el hecho de seguir ahí, al pie del cañón es lo que mejor puede hacer uno para no caer en dejar de publicar.
Gracias de verdad. Me ha hecho pensar y ponerme las pilas. ☺️
Me alegro de que haya resonado algo.
Un saludo!
Hace poco tiempo empecé a construir el hábito de las Hojas Matutinas. Llegó a mí gracias a @Oda Y Espiral De Karen Codner y estoy feliz.
Gracias, María por tu comentario. ¿En qué áreas te ha ayudado a seguir con el hábito de las páginas matutinas?
Gracias por compartir